PARA MI MUJER
Amo a la mujer,
a esa que llena mis
momentos de amor,
que moja sus lagrimas con
las mías
con solo oír una canción
a esa, amo a esa,
que me ha dado su
corazón.
Amo a esa mujer,
cuya imagen se proyecta
ante mis ojos,
como un holograma,
mágicamente cuando
no está.
la amo, cuando dibuja su
sonrisa en mis labios.
y me llena de felicidad.
Amo a esta mujer que yace
a mi lado,
cada vez que el tiempo
nos regala
su don misterioso,
cada vez que tierra y
aire se tocan,
y la siento,
dentro de mi,
efervescente,
como una fiebre
refrescante.
Amo a esta mujer, alma de
niña,
cuya ternura
indescriptible,
arrulla al crio que pensé
se había perdido,
pero que sigue aquí, de
tu mano
dando grandes pasos
contigo.
Amo a esta mujer, que
mueve mi alma
desde lejos sin saberlo,
cuyos latidos tristes
puedo escuchar
pues el viento los trae y
los arrastra hasta la mar,
y sin quererlo, siento
deseos de llorar,
donde estas?, me sientes?
ves, solo juntos, hayamos
la paz.
Amo a esa mujer que
lucha,
que tiene cicatrices,
que da su vida en cada
abrazo,
y en cada beso,
que sueña,
que canta,
que me ama y que cura mis
heridas,
y borra mis malos
recuerdos,
que hace nacer flores en
el rincón mas muerto,
cuya sonrisa para el
tiempo,
devuelve al viento,
e imita al firmamento.
De hablar sincero y de
dulces gestos,
misteriosa como la noche,
y con la bondad infinita
del padre eterno.
Amo a esta mujer, a mi mujer,
después de largo viaje
donde partimos
nuestros rumbos,
y coincidimos,
he decidido, por consejo
del altísimo,
que ensueños me dijo,
que eres mi destino, y
que soy tu camino.
concluyo que,
eres mi religión,
la imagen de mi esperanza,
mi calma y mi desespero,
el resto de mi alma que
vagaba por ahí errante,
la conclusión del poema
de mi niñez donde te buscaba.
Te amo, mi gran mujer,
y pongo a tus pies,
mi fe, mi amor, y mi ser.
Hector Ricardo.