Escribo con poca paciencia
quiero ideas galopando en mi cabeza
sin matojos que me trunquen
a mitad de la subida a las nubes.
Otra vez el ruido que apesta
me levanto del ordenador sin prisa
por que mis pasos...
son mas lentos que me imaginación.
Las voces de los niños bajo mi ventana
otra vez hacen que se compriman mis labios
por que la idea precocinada
se ha escapado como el balón de fútbol
que piden, les baje del techo.
Veinte veces me he sentado
extendiendo las manos en suplica divida.
¿Será que escribo algo sublime
con el ruido de las ollas de mi madre?
La idea se dispersa y termino escribiendo esto...
desperdicio el oxigeno escribiendo algo
que quizás nadie desea leer
ha sido un tiempo muerto de la inspiración.
RosarioAlons.