Todo
es un instante
La
noche junto al teléfono,
la espera tras una larga tarde lluviosa,
las promesas de un "nunca más"
maldiciendo a quien no le amó.
Alguien
vaga por la ciudad sin rumbo;
ella se olvidará
de haber visto tejer una telaraña
en un rincón solitario.
Qué
desperdicio
no abrazar el cálido tiempo
mientras estamos a solas.
La necesidad de estar con alguien
que no existe
te hace, desgraciadamente, más triste.
Obstinada,
escarba en los restaurantes vacíos,
explorando rostros sin gestos,
añorando el mundo en un abrazo,
mientras alguien por ahí,
a la deriva,
encuentra en su mirada
lo que no se le ha perdido.
RosarioAlons.