La calle es la misma,
pero hoy
no hay obreros comprando agua de coco en la carreta,
esta el mismo viejo esperando a nadie
pero hoy
no parece la misma calle.
El sol se resguarda
también de la lluvia fina
que no parece mojar
pero empapa hasta el alma,
la radio repite el coro triste
una y otra vez
como si intentara
sacar de los ojos mas rocío
que el que resbala por los andenes.
La lluvia
siempre es la frontera
donde se asoman los pies
por un acantilado.
Miro al fondo las letras blancas
sobre el cartel azul
que hoy es más confuso leer
pero es como poesía triste,
Me estoy dejando inundar el alma
con la llovizna fina y el coro triste
Me estoy dejando empapar
por la tarde gris
y el frio
de unas cuantas gotas.
RosarioAlons.