Renuncié
a los recuerdos
de hambre
de dolor.
Los tire
con una
soga atada a una piedra
al fondo
del rio.
Los deje
como un vestido viejo y roto
y mude la
piel.
Esas
cosas fueron pequeñas.
haberme
traído al mundo
enseñarme
el contenido
de las
cosas grandes
dentro de
las dificultades.
A no
esperar nada
si no
abrazo una ilusión
como el último
aliento de vida.
Madre
tus cicatrices
invisibles
ahora las
veo tan hermosas
y aun no se a quien darle las gracia
pues
miden lo grandes de mis suspiros
mientras te
veo dormir.
RosarioAlons.