Desde mi cortina de asbesto

Te escribo, desde mi triste cortina de asbesto
donde esta prohibido el calor
donde es gris la coraza, y produce gritas a mi alma.
Si, mi fe esta marchita… De tanto esperarte entre rostros,
inventándote entre mercaderes, vendiendo frutas frescas
soñando que es tu boca,
quien ofrece el dulce néctar del amor

Entre verjas de hierro, se esconden tus dos lunas
y suicida se mezclan las horas, con el clamor de un búho.
Fatigada, me ha desafiado la aurora jadeante,
en mis retinas que desfallecen, de versos no escritos….
Y un infinito,
esperando que regresen las horas de alegría a tu alma .

Canta tú.... Ve y cuéntale al mundo,
que todo se transparenta al besar tus labios,
que el cielo no es tan alto, cuando sueñas conmigo.
Que soy libre, después de componer juntos una melodía,
que no es lluvia… Es un aguacero, que deja el corazón sonreído
al ver tu huerto colorido de frutos,
y me lo regalas a manos llenas.

Desde mi ventana de asbesto
con el alma de gacela, me filtro en el crepúsculo,
dejo descansar mis pies descalzos, en tus tapetes mullidos,
se anima al azar lo prohibido, y aun que la lluvia tarde,
mis ojos desvelados; verán extinguirse la sequía.
Y acercarse el cielo que ya no es tan alto….
Por que suspiras y has soñado de nuevo conmigo.




RosarioAlons