Los gestos
aun no amanecían y presentía
que no había lugar
para mas soledades.
Querías gritar
algunas palabras
atrincheradas en tus labios
pero no sabes cuánto
dolía
tanto
silencio
un trampolín perfecto
para saltar desde donde nadie
podía verte
pero yo sabía que
estabas
tu suave eco balsámico en mis heridas
tus alas
firmes me protegen
de las manos de barro
que ensucian sin clemencia el alma
Ahora solo
háblame
yo saldré de mi
el silencio se evapora con dos soledades.
RosarioAlons.