Inventaste un artificio
trepando por la finura de mis muros
por el epicentro de mi respiración,
allí donde exhalo tormentas de fuego
ráfagas involuntarias en tu nombre.
Hiciste una cita…un conjuro,
me sentenciaste a la sequía
sin la humedad de tu carne.
Sin la cobija de tu piel entre mis muslos
muero de hambruna y frió desesperado.
Conoces esta, la lluvia incesante de mi éxtasis
los pliegues intransitado de los ojos,
el cielo donde me trepo
cuando traspasas mis rocas
cuando arañas mis extrañas
y te vuelves infinito…
y chispas en mi vientre.
RosarioAlons.