Afuera todos
hasta el parque con las palomas.
La nena y sus soledades
jugaba a escribir
y viajar por los planetas
en el tapete
de sacudir los zapatos.
Ella
era soñar y crear
la nena de papel y pluma.
La inocencia
de que con sus manos pequeñas
regalaria a todos
una vida coloreada.
Atardecía
y la nena
quería ignorar el miedo.
Tenía el sol cayedo en la sabana
y todas las nubes
haciendo la última carrera
sobre la tierra.
Reinaría la noche
y con ella el sello de la luz
la boca del silencio tragandose
la piel del mundo,
ese mundo
que no quería ver oscurecer
mientras el ocaso intentara hablarle
y el sol no se arrodillara
sobre la tierra desnuda.
RosarioAlons