La calle se viste
donde nace el muelle,
parece alargase…
hasta donde el sol
romanza con las olas.
El horizonte me habla
para saberme vivo,
estoy en el punto cardinal
donde acepto la tarde, le obedezco.
Es bueno inundarme aun
con el olor de las materas
plantadas de albahaca,
con el vaho del mar embravecido,
con las esquirlas de sol
posando en mi pecho.
Vengo de un sueño sosegado
fui testigo de la tarde…
RosarioAlons.