Por lo mismo
dejo que vuelen golondrinas
al lado izquierdo de mi pecho,
que las aves
habiten el laberinto
que está prohibido para las alimañas.
Por lo mismo
dejo siempre
que una gota extraña
humedezca el intransitable silencio,
que me lluevan arandelas de llanto
en el otro lado desértico,
donde habla en idioma extranjero
la melancolía.
Por lo mismo
el amor quiere tener forma
de puertas sin bisagras,
la palabra quiere deberse a la razón
y no a la fe, que grita enmarañada
en la memoria.
Pero por lo mismo
le doy migajas a los pájaros obstinados
sobre mi lengua.
RosarioAlons.